No solté la uva.
(Microcuento por Francisca Pérez 31 de Agosto de 2016)
Me puse a comer unas uvas que estaban sobre la mesa, todo
estaba en silencio, ideal para mí.
Los granos son mi especialidad, entonces mis dientes
mascaron con toda confianza, pero de
repente llegaron los dueños de la casa o por lo menos eso creo yo (en estos
tiempos ya no se sabe quién es quién).
Del susto ni sé cómo me bajé de la mesa, pero no solté unos
granitos que tenía en mi hocico y corrí a esconderme en mi agujero.
Yo no sé si arranco por timidez o por sobrevivencia, los
humanos nos ven en sus cosas y nos atacan como si fuéramos unos delincuentes y
nosotros los ratones, tenemos que vivir y para eso hay que comer bien y en sus
casas encontramos lo necesario.
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