miércoles, 26 de diciembre de 2018
sábado, 24 de noviembre de 2018
viernes, 2 de noviembre de 2018
martes, 11 de septiembre de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
Me sacaron de la evaluación docente
No sé si reír o llorar, porque se llenan la boca hablando de
inclusión y cuando deben incluir deciden excluir.
Me acaba de suceder esto hoy. Como varias personas saben, me
iba a evaluar como docente de educación diferencial este año. Ya había empezado
con mi portafolio y ya tenía planificada mi clase grabada.
Digo tenía, porque ya es pasado, hoy me enteré por la
directora del colegio en donde trabajo que los encargados de la plataforma y de
grabar mi clase decidieron cancelar mi inscripción, así como lo leen, en forma
arbitraria ya no estoy en la evaluación docente 2018.
Tengo súper claro que fue un acto de discriminación, pero
que supieron disfrazar con un gran argumento que se dieron el trabajo de
investigarme para darlo.
La directora me contó que en una reunión por el asunto de la
grabación, se expuso mi caso y que querían que me avisaran por sonidos los
tiempos de comienzo y término, y el tipo que graba dijo que no podía grabar a
alguien que no ve y que cómo me iba a avisar si no era por medio de gestos y le
dijeron que por sonidos podía hacerlo, pero siguió negándose y después otra
gente que no me dijo la directora quienes eran, expresaron que evaluarían mi
caso. Por consiguiente, el viernes 10 de agosto cancelaron mi cuenta en la
plataforma Docente más y yo toda ingenua sin saber lo que sucedía, ese mismo
día ingresé a la página y no pude acceder.
Ahora entiendo todo, no conformes con esto, avisaron al DAEM
de Mostazal que no puedo evaluarme, porque estoy registrada por casos de
dificultades específicas del aprendizaje y yo en la realidad no atiendo a
estudiantes de esas características, porque mi estudiante es permanente y no
transitoria y por esa incoherencia mía no me pueden evaluar, puras mentiras, es
porque no quieren arriesgarse a grabarme, si yo sé que a otros profesores en
situación de discapacidad visual los han evaluado.
Además, ya estaban en conocimiento de mi caso, porque aproximadamente
hace dos semanas yo llamé al número de consultas y expuse mis dudas de cómo me
realizarían la prueba de conocimientos pedagógicos, si existe la posibilidad de
que alguien la lea para mí o que esté en Braille y nunca me respondieron, pero
ya me queda clara la respuesta, no estoy considerada.
Encuentro que es una incoherencia tan grande de este sistema,
hablan de incluir, pero no están a la altura de cuando se necesita hacerlo.
No quiero demandar ni nada, no perderé mi tiempo en eso,
sólo quiero visibilizar lo que sucede y que en una próxima oportunidad sí estén las condiciones.
De verdad no me aflige no evaluarme, es un sistema tan mal
hecho que es un verdadero cacho, pero igual no pueden ser tan inconsecuentes y
faltos de respeto. Soy una profesional, quiero a mi profesión y merezco respeto.
Etiquetas:
Chile,
discapacidad,
Discriminación,
Evaluación docente,
Inclusión
jueves, 5 de julio de 2018
Habilidades sociales son tan importantes como las cognitivas para que una persona en situación de discapacidad triunfe en la educación superior
Habilidades sociales son tan importantes como las cognitivas
para que una persona en situación de discapacidad triunfe en la educación
superior
(Escrito por Francisca Pérez).
Hola estimados lectores, hace tiempo que no publicaba ningún
artículo, pero ya estoy de vuelta.
Les anuncio que sólo me baso en mi experiencia personal para
escribir, lo que he vivido en mi época universitaria y lo que he observado en
otras personas en situación de
discapacidad.
Cuando ingresas a la universidad o instituto o centro de
formación técnica, y estás en situación de discapacidad cualquiera de sus tipos
y grados, esperas tener las mejores calificaciones y aprobar en el menor tiempo
posible, pero sabes que en algún momento tu discapacidad chocará con algún
obstáculo que haya en tu carrera y para eso hablas con los administrativos y
profesores correspondientes que te puedan orientar y encontrar una solución y
les pides que te brinden la mayor accesibilidad posible para rendir en igualdad
de condiciones que tus compañeros y muchas veces cuando exiges eso, te
encuentras que no hay solución, porque no tienen los recursos para dártela o
simplemente falta voluntad para llegar a acuerdos. Pasas por un periodo de
mucha rabia y pena, porque te niegan la posibilidad de conseguir tus sueños en
forma expedita.
Después de ese periodo tienes tres alternativas: una vivir
reclamando y discutiendo con el establecimiento para que te den todo lo que
necesitas y sentarte a esperar que ocurra ese milagro que no debería ser
milagro, sino una obligación, pero que le vamos a hacer ellos no lo quieren
entender; la otra alternativa es reclamar y discutir igual, pero con la
variante que buscas por otro lado salirte con la tuya y ahí es más importante
que el intelecto, desarrollar tus habilidades sociales y la última alternativa
es no hacer absolutamente nada y desertar del sistema educativo.
Me quiero detener en la segunda alternativa, en la que sigues
reclamando y exigiendo tu derecho de acceso a la educación, pero ya después de
unas semanas o meses te das cuenta que no harán nada por ti. Lo que te queda es
buscar soluciones rápidas y que vayan por fuera del papeleo y la burocracia a
la que nos acostumbran estas instituciones. Recurres a tu ingenio y descubres
que no sólo te será útil tu capacidad de memorizar o comprender los contenidos,
sino que deberás recurrir a otras habilidades y estas son las sociales.
“las habilidades sociales son un conjunto de conductas que
nos permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva y
satisfactoria”. (La mente es maravillosa, 2012).
Dichas habilidades serán primordiales para salir a delante y
en más de una vez sobrevivir, no sólo en la educación superior, sino que en el
resto de la vida.
Sin embargo, estas habilidades no salen de repente, es necesario
que las sepamos desde la niñez. Para esto algo fundamental para lograrlas es
que desde siempre tratemos de
relacionarnos de buena manera con la gente que nos rodea.
En mi opinión las habilidades sociales que más nos pueden
servir en la educación superior son:
Saber escuchar, de esta forma sabremos lo que los demás
quieren y sí no puedes escuchar por ti
mismo en caso de tener discapacidad auditiva, pídele a un intérprete que te
diga lo que dicen a tu al rededor. Esta habilidad es trascendental para quienes
no tenemos la vista, ya que escuchar es nuestra forma de saber que está pasando
al instante. También en la educación superior es muy útil, porque los
profesores dan mensajes que a veces no todos entienden y es mejor que trates de
entenderlo a la primera y así preguntar todas las dudas sin intermediarios que
puede que pregunten cosas que no te interesen o los mensajes sean mal
transmitidos.
Otra habilidad necesaria a desarrollar es dar las gracias
cuando te ayudan, porque con esta simple palabrita demostrarás que eres humilde
y te seguirán ayudando.
Y por supuesto otra habilidad relacionada a la anterior es
pedir ayuda, con buenas palabras y que no se te olvide el por favor, ya que la
ayuda no es una obligación, sino tiene que nacer.
Además no olvides responder cuando te pregunten algo y
aprender a que en la educación superior te tienes que arreglar como puedas sin
la intervención obligatoria de un apoderado como en el colegio, que cuando
tenías un problema podía ir y resolver todo por ti sin que abrieras la boca.
Por último no olvides que si en el colegio tenías la mejor
calificación y te lo celebraban todo, ya que en algunas partes pasa que en vez
de dar un trato justo se hace ver que quién tiene discapacidad y estudia es un
héroe dotado de poderes sobrenaturales, en la universidad o instituto esto no
será así y te darán un trato de que eres uno más y tendrás que aprender a bajar
de tu zona de confort y ser uno más y no sentirte especial y que te lo
celebrarán todo. Para evitar que esta nueva realidad te golpee en la cara
fuertemente, practica tu humildad y aprende a tomar las críticas de la mejor
manera y que te sirvan para crecer como persona y no para echarte a morir ni a
culpar al mundo por tus errores.
Espero haber dejado bien claro mi mensaje y si a alguien le
hizo pensar, me doy por pagada.
También pido disculpas si se me pasó un puntito o coma de más
o de menos, ya que tengo claro que esos signos ortográficos siempre me
perturban y confunden al colocarlos.
Referencia bibliográfica
La mente es maravillosa, (2012), ¿Qué son las habilidades
sociales?, consultado el 05 de julio de 2018, en https://lamenteesmaravillosa.com/que-son-las-habilidades-sociales/
miércoles, 6 de junio de 2018
martes, 17 de abril de 2018
sábado, 24 de febrero de 2018
viernes, 2 de febrero de 2018
Nos quedamos en la queja y cooperamos poco por nuestra propia inclusión
Nos quedamos en la queja y cooperamos poco por nuestra
propia inclusión
(Reflexión por Francisca Pérez)
Hola estimados lectores.
Hoy vengo con una reflexión muy personal, que no pretende
más que ser una reflexión, entonces, no esperen un artículo tan formal.
Les quiero hablar de que exigimos ser incluidos en la
sociedad, que por tener algún tipo de discapacidad nos merecemos los mismos
derechos, ¿pero que hacemos nosotros por lograr esa inclusión? Muchas veces he
escuchado la frase “nadie hace nada por nosotros, no nos consideran”. Incluso
hasta yo la he dicho.
Pero de repente me puse a pensar que en algunas ocasiones es
verdad que no hacen nada cuando tienen la posibilidad de hacerlo, pero en otras
ocasiones me he dado cuenta que sólo nos quejamos sin intentar nada.
Muchas veces pasa que el miedo nos paraliza y esperamos a que
los demás nos saquen del agujero en el que nos hemos metido para escondernos Y
de repente llega una oportunidad y tampoco la tomamos por miedo al rechazo a
que nos enrostren todo el tiempo que nuestra discapacidad no nos deja hacer
nada ¿y qué pasa en esa situación? Ponemos excusas, de que es muy peligroso o
que no es algo accesible, pero en realidad preferimos seguir como estamos y no
intentar algo nuevo (lo que digo se puede llevar al ámbito educativo, laboral y
social).
Muchas veces preferimos seguir lamentándonos y la gente nos
dice “inténtalo, debes perseverar” y te enojas con esa gente que quiere tu bien
y les dices que no te entienden, que no entienden lo difícil que es.
¿Pero cuánto estamos dispuestos a arriesgarnos? Algunas
personas no están dispuestas a arriesgar ni a esforzarse de ninguna forma.
Una de las causas para esto, es que nuestras familias nos
sobreprotegen y nos enseñan a que el resto de la gente debe hacer todo por
nosotros y todo debido a nuestra discapacidad. Muchas veces la sobreprotección
nos termina gustando, es más cómodo que decidan por nosotros, que nos traigan
todo a la mano, total si nos pasa algo malo no será nuestra culpa y nos
victimizaremos.
Así con este panorama ¿qué ganas dan de salir al mundo y
luchar?
Incluso, hay algunos que lo intentan porque de verdad quieren
salir del agujero tan confortable, pero al enfrentarse a la realidad tan
desprotegida prefieren volver a su estado anterior y seguirse quejando de la
falta de oportunidades y de la poca empatía de la gente.
Nadie dijo que estudiar, trabajar o socializar es fácil,
hasta la gente sin discapacidad aparente tiene problemas para desenvolverse y adaptarse.
Al final lo único cierto es que debemos dejar de quejarnos y
dar soluciones, no esperar que el resto las tenga, porque somos nosotros
quienes vivimos esta realidad, entonces, nosotros tenemos que saber cuál es la
mejor forma de ayudarnos o que nos ayude el resto y que nosotros mismos nos ayudemos.
Dejar de mirarnos a nosotros mismos como “pobrecitos” y
arriesgarnos más nos hará encontrar a nosotros mismos una mayor inclusión.
Debo decir que hablo
con total propiedad, porque en distintas épocas de mi vida pasé por todos esos
estados de queja y quedarme en mi casa sin hacer nada.
Espero que estas líneas les hagan pensar.
Etiquetas:
discapacidad,
escrito propio,
Inclusión,
REFLEXIÓN
miércoles, 3 de enero de 2018
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